Servimos a un Dios con tanta gracia y compasión por nosotros, especialmente en tiempos de dolor y necesidad. Por el asombroso amor de Dios por nosotros, Su corazón se rompe cuando Sus hijos sufren. El primer capítulo del evangelio de Marcos registra a Jesús sanando a un hombre con lepra. Dice que Jesús, siendo "movido a compasión", extendió la mano y tocó al hombre, sanándolo inmediatamente. Dios nos ve en nuestro dolor y sufrimiento con esa misma compasión. Si bien a veces no sabemos por qué orar cuando se trata de nuestra necesidad de sanación, los Salmos son un lugar excelente para comenzar. Fueron escritos por personas que, al igual que nosotros, tuvieron luchas genuinas que los llevaron a clamar a Dios e incluso a cuestionarlo. Esperamos que estos salmos y oraciones te brinden consuelo y esperanza al exponer tus aflicciones ante el Señor.
1. Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil; sáname, Señor, porque mis huesos agonizan. Mi corazón está angustiado; ¿Cuánto falta, oh Señor, para que me restaures? - Salmos 6:2-3 NTV
Padre Celestial, por favor ten misericordia de mí por Tu gran amor y compasión y tráeme el alivio que anhelo. Lucho con esta misma pregunta que el salmista: ¿Cuánto falta, oh Señor? Te traigo lo único que puedo, que es mi debilidad, pidiéndote que me des tu fuerza a cambio y me sostengas en la espera.
2. Oh Señor, mi Dios, clamé a ti por ayuda, y me devolviste la salud. - Salmo 30:2 NTV
Señor, sé que eres un Dios amoroso que me escuchas cuando clamo a Ti. Padre, por favor restáurame la salud. Así como Tu Hijo tuvo compasión por los afligidos, te pido que tengas piedad de mí en mi aflicción, bendiciéndome con la sanación que tanto anhelo. Que muestre Tu gran amor y poder, glorificando Tu nombre.
3. Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. - Salmos 103:3 (NTV)
Señor, sé que todavía haces milagros hoy en día porque Tu perdón de mis muchos pecados, transformándome en una nueva creación en Cristo, es milagroso. Este es el milagro más grande que puedes hacer en mi vida con diferencia, ¡y siempre te alabaré por ello! De ese mismo poder que ha traído sanación espiritual a mi vida, por favor haz que mi recuperación también se recupere en todas las demás áreas: física, mental y emocionalmente.
4. El Señor los atiende cuando están enfermos y les devuelve la salud. - Salmos 41:3 (NTV)
Señor, te doy gracias porque no solo eres mi Sanador, sino que eres mi Consolador en este proceso de sanación. Sé que nunca estoy solo. Siempre estás a mi lado, incluso cuando me cuesta creerlo. En este tiempo de necesidad, ayúdame a sentir Tu presencia mientras me restauras. Incluso ahora, mientras oro, que yo pueda sentir Tu toque sanador.
5. La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión. Pues el Señor protege los huesos de los justos; ¡Ni uno solo es quebrado! - Salmos 34:19-20 (NTV)
Padre Celestial, sé que enfrentaremos pruebas mientras navegamos por este mundo quebrantado, ¡pero estoy agradecido de que no nos dejas enfrentarlas solos! Ayúdame a confiar en ti durante esta prueba. También te pido hoy que me proteges a mí y a mis seres queridos, para que ninguna arma forjada contra nosotros prospere, sino que hoy cuides de nosotros.
6. Puede fallar la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; Él es mío para siempre. - Salmos 73:26 (NTV)
Padre Celestial, sé que este cuerpo es solo temporal. Esta es una bendita verdad, la espera se vuelve desalentadora. Señor, te pido que me ayudes a sentir Tu fuerza animándome mientras llego al final de mí mismo. También pido paz y alegría hoy al recordar que Tú eres la única cosa, mi única esperanza, que nunca me podrá ser arrebatada. Y un día, podré adorarte en el cuerpo perfecto e imperecedero que tienes esperándome. Gracias, Señor.
7. Desde los extremos de la tierra, clamo a Ti por ayuda cuando mi corazón está abrumado. Guíame a la imponente roca de la seguridad, una fortaleza donde mis enemigos no pueden alcanzarme. - Salmos 61:2-3 (NTV)
Señor, mi corazón está abrumado y te necesito desesperadamente. Sé que no puedo hacer esto sola, así que te pido que me ayudes a renunciar a todo lo que he estado sosteniendo. Independientemente de mis problemas de salud física o mental, permíteme saber que estoy a salvo en Tu presencia. Ayúdame a creer que sigues siendo bueno incluso cuando mi situación no lo es y que todavía tienes buenos planes para mí.
8. Amo al Señor porque escucha mi voz y mi oración que pide misericordia. Debido a que Él se inclina para escuchar, ¡oraré mientras tenga aliento! - Salmos 116:1-2 NTV
Padre, Tú sabes que estoy cansado y agobiado. A veces me pregunto si incluso me escuchas cuando oro, y el desaliento me impide acudir a Ti. Señor, dame el coraje para seguir orando. Que pueda sentir Tu presencia, incluso ahora. Le pido a Dios de nuevo mi completa restauración, ya que sé que Tú puedes. También te pido que me ayudes a buscar a mi Sanador por encima de mi curación. Sé que nunca me decepcionaré con Cristo como mi única búsqueda.
