¿Alguna vez te has hecho la pregunta: "¿Cómo sé si realmente soy salvo?" O qué tal "¿Realmente Dios me ha perdonado por todo lo que he hecho?" Por extraño que parezca, estas son preguntas bastante comunes para muchos creyentes en Cristo. Si tienes este tipo de pensamientos, debes saber que no estás solo. Sin embargo, la Palabra de Dios es clara en cuanto a cómo alguien puede saber que es salvo. La salvación es un regalo dado gratuitamente por Dios a partir de su gran amor por nosotros. No es algo que nos ganemos o merezcamos. La Biblia describe el amor de Dios por nosotros como abundante, infalible e incondicional. Es su deseo que todas las personas se salven. Si tu o alguien que conoces está luchando con dudar constantemente de su salvación, hemos incluido algunos recursos en la parte inferior de la página que pueden ser útiles además de las siguientes Escrituras y 8 oraciones.
1. Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. – 1 Juan 1:9 NTV
Amado Señor, confieso que soy un pecador que necesita un Salvador. Perdóname todos mis pecados y hazme una nueva creación en Ti. Gracias por Tu fidelidad hacia mí y Tu disposición a perdonarme por todo lo que he hecho mal. Recibo Tu perdón. En el nombre de Jesús, amén.
2. Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. – Romanos 10:9 (NTV)
Padre Celestial, confieso que Jesús es el Señor. Creo que Jesús sufrió y murió en la cruz por mí y resucitó a la vida de nuevo por Tu poder. Gracias por salvarme de mi pecado y prometerme un hogar eterno en el cielo contigo. En el nombre de Jesús, lo ruego, amén.
3. Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores. – Romanos 5:8 (NTV)
Amado Señor, estoy asombrado por Tu gracia. Tu Palabra me dice que Jesús murió por mí cuando todavía era un pecador. Ayúdame a entender cuánto me amas y te preocupas por mí. Te pido que Tu amor me de la fuerza y la confianza que necesito para vivir una vida completamente dedicada a Ti. En el poderoso nombre de Jesús, amén.
4. Dios te salvó por Su gracia cuando creíste. Y no se puede atribuir el mérito de esto; es un don de Dios. 9 La salvación no es una recompensa por las cosas buenas que hemos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ello. – Efesios 2:8-9 (NTV)
Señor Dios, creo en Ti. Sé que no merezco Tu gracia, pero elijo recibirla porque es un regalo gratuito que me has dado. Ayúdame, Señor, a no jactarme jamás de mí mismo ni de las cosas buenas que he hecho, sino a darte todo el honor, la alabanza y la gloria. En el nombre de Jesús, amén.
5. Él no nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos. – Salmo 103:10 (NTV)
¡Padre Celestial, gracias por Tu gran misericordia! Tú estás lleno de gracia. Reconozco Tu bondad y sé que Tu carácter es perfecto. Ayúdame a confiar en el hecho de que Tú eres Dios y siempre eres bueno. Incluso cuando caigo en pecado, Tú me ofreces misericordia y gracia cada vez. Gracias, Jesús. amén.
6. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús Señor nuestro. – Romanos 8:39 (NTV)
Amado Señor, ayúdame a entender cuanto me amas. Tu Palabra me dice que nada en toda la creación puede separarme de Tu amor. ¡Qué promesa tan reconfortante! Ruego que todos los días me ayudas a vivir con la seguridad de saber que soy muy amado por mi Padre Celestial. En el nombre de Jesús, amén.
7. En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunas personas piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido, pero quiere que todos se arrepientan. – 2 Pedro 3:9 NTV
Padre Celestial, es Tu deseo que todos lleguen a conocerte como Señor y Salvador. Ayúdame a compartir la verdad de Tu amor con los que me rodean. Dame la valentía de compartir mi fe. Gracias por ser siempre paciente conmigo y con aquellos que aún no te conocen. Sé que Tú eres un Dios bueno. En el precioso nombre de Jesús, amén.
8. El Señor es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. – Salmo 145:8 NTV
Señor Dios, no hay nadie como Tú. Eres perfecto en todos Tus caminos. Gracias por Tu amor inagotable por mí. Cuando cometo un error, ayúdame a correr siempre hacia Ti y pedirte Tu perdón. Ayúdame a confiar en Tu gran compasión y amor por mí. Quiero amarte y servirte siempre. En el poderoso nombre de Jesús, amén.
Si luchas continuamente con pensamientos de perder tu salvación o blasfemar contra Dios, es posible que estés experimentando síntomas de escrupulosidad, también conocida como TOC religioso. La escrupulosidad es un trastorno psicológico caracterizado por una constante culpa u obsesión por cuestiones morales o espirituales. Estos síntomas pueden ser muy angustiantes, pero no influyen en si realmente eres salvado y perdonado por Dios. Si crees que puedes estar lidiando con síntomas de escrupulosidad o tienes pensamientos continuos y blasfemos, te animamos a que realices uno o ambos cuestionarios a continuación para ayudarte a comprender mejor los efectos del TOC religioso.