Lea la transcripción del video devocional de hoy.
Hablamos mucho de reconocer el mérito a quien lo merece. Ya sea un artista, un atleta, un emprendedor o incluso un inventor, queremos reconocer a quien merece el reconocimiento por su trabajo.
¿Quién recibe el máximo reconocimiento por toda la belleza, por toda la bondad, por toda la gloria del universo? El salmista nos dice exactamente quién es, y es el Señor. El Señor es quien recibe todo el reconocimiento por toda la gloria. Honren al Señor para la gloria de su nombre.
El poder del nombre de Dios
Un nombre representa todo lo que una persona es. Un nombre representa todo su ser, toda su reputación. Al escuchar su nombre, piensas en todo lo que sabes de ella. Cuando la Biblia habla del nombre de Dios, es solo una abreviatura de todas sus perfecciones. Si pudieras tenerlo en mente, eso es lo que pensamos de todo lo que Dios es: toda su belleza, gloria, bondad, todas sus perfecciones están representadas en su nombre.
Otra traducción de este versículo dice: Dad al Señor la gloria debida a su nombre. Adorad al Señor en el esplendor de su santidad. «Dad» es una buena palabra, porque dar crédito a algo o a alguien por lo que es o ha hecho. Esto ayuda a comprender mejor este versículo.
El mundo pierde el objetivo
Todo lo bueno y bello, solo a Dios le corresponde el mérito. Hay mucho bien en el mundo. Hay mucha belleza en el mundo. Hay mucha gloria en el mundo. Hay mucha majestuosidad. La mayoría del mundo lo ve y no le da crédito a Dios, no le da la gloria.
Están en las montañas y dicen: "¿No es asombrosa la Madre Naturaleza?". O ven a atletas en un partido haciendo cosas asombrosas. El atleta señala el nombre en la espalda de su camiseta y no le da crédito a Dios por cómo los diseñó. Alguien supera algún obstáculo en su vida, ¿y qué hace la gente? ¿Hablan de lo asombroso que es el espíritu humano? ¿Qué es todo eso? Todo eso es no darle crédito a Dios.
Alabadle por todo lo que ha hecho
Los cristianos, como tú y yo, somos diferentes. Damos al Señor la gloria que merece su nombre. Esta semana, proponte reconocer activamente la gloria de Dios a tu alrededor. Cuando lo hagas, atribúyele el mérito, alábalo por todo lo que ha hecho.
Conscientemente, a lo largo de la semana, identifique la gloria de Dios y alábelo por ella. Denle lo que merece. Honren al Señor para la gloria de su nombre. Adórenlo en el esplendor de su santidad.