Lea la transcripción del video devocional de hoy.
¿Vas por buen camino? Sé que es una pregunta capciosa. Probablemente estés pensando: « Mi salud podría mejorar. Mis finanzas podrían mejorar. Mis relaciones podrían mejorar. Probablemente necesito leer más la Biblia y orar más». ¿Cómo sabemos que vamos por buen camino con el Señor? ¿Cómo podemos estar seguros de que la vida que llevamos agrada a Dios? Dios tiene una carrera específica para nosotros. Él tiene un camino específico para que todos corramos. No sé tú, pero yo quiero correr bien mi carrera.
Aprendiendo a escuchar
Observa que nuestro versículo dice: « Hijo mío, escucha y sé sabio». La palabra «escucha» es fundamental porque, si queremos mantenernos en el buen camino, debemos aprender a escuchar. Sinceramente, creo que se necesita humildad para poder recibir retroalimentación de la gente o permitir que hablen en nuestras vidas. El primer punto es este: si queremos mantenernos en el buen camino, debemos aprender a escuchar.
Pregúntate: ¿A quién le permito hablar en mi vida? ¿Y qué cosmovisión tiene? ¿Cree en la Biblia? ¿Son creyentes? ¿Son creyentes experimentados? Agradezco a las personas que me han hablado en mis momentos de lucha contra la adicción. Me han animado y corregido porque lo necesitaba. Si queremos mantener el rumbo, debemos estar abiertos a recibir corrección.
Manteniendo tu corazón en curso
Entonces Salomón dice esto: Mantén tu corazón en el buen camino. Hombre, algo sucede cuando mantienes tu corazón en algo. Antes de casarme con mi esposa, mi corazón estaba puesto en ella, y todavía lo está. Hice todo lo posible por conquistarla, y terminamos casándonos. Recuerdo que hay algo poderoso que sucede cuando seguimos cierto camino. Cuando mi corazón está puesto en algo. Esto es lo que Salomón nos dice: Mantén tu corazón en el buen camino.
¿Cuál es el camino correcto? El camino correcto es la Palabra de Dios. El camino correcto es cuando la Palabra de Dios es la norma de nuestras vidas. Hay tantas voces que compiten en nuestra nación ahora mismo. Tenemos las redes sociales. Tenemos voces de nuestro pasado, cosas que la gente nos ha dicho. Luego tenemos la Palabra de Dios, que es verdadera. Esa es nuestra guía.
Quiero animarte: haz de la Palabra de Dios la norma de tu vida. Deja que la voz de Dios te guíe. Si queremos mantener el rumbo, la Palabra de Dios debe tener la última palabra en nuestras vidas. Hijo mío, escucha y sé sabio. Mantén tu corazón en el camino correcto.
