Lea la transcripción del video devocional de hoy.
Quiero plantear tres preguntas sobre este texto: el qué, el quién y el dónde. ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Qué se nos dice que hagamos? La respuesta es: proclamaré tu nombre.
Qué: Proclamando el nombre de Dios
Proclamaré el nombre de Dios. Eso no significa solo repetir el nombre de Dios una y otra vez. Esto significa algo diferente, porque un nombre significa todo lo que una persona es y hace. Piensa en alguien que conozcas muy bien, y si escucharas su nombre, no solo pensarías en las letras que lo componen. Pensarías en esa persona y en todo lo que significa para ti.
Cuando proclamamos el nombre de Dios, proclamamos su carácter. Proclamamos sus atributos. Proclamamos todo lo que Él es y todo lo que ha hecho. Ese es el qué : Proclamaré tu nombre .
Quiénes: Nuestros hermanos y hermanas en Cristo
A continuación, ¿quién ? ¿Quién es? Proclamaré tu nombre a mis hermanos y hermanas. Proclamamos el nombre de Dios y su carácter. ¿A quiénes proclamamos su nombre? A nuestros hermanos y hermanas. Ahora bien, esto no se refiere a tu familia que comparte tu apellido. Es tu familia que lleva el nombre de Cristo. Estos son tus hermanos y hermanas en Cristo. Estos son otros cristianos. Estamos llamados aquí a proclamar la bondad de Dios a otros cristianos.
Dónde: Entre el pueblo reunido
La última pregunta que hemos respondido aquí es: ¿dónde hacemos eso? Te alabaré entre tu pueblo reunido. Eso significa en la iglesia local. Si no estás en una iglesia local, espero que estés en una este domingo, porque de lo contrario no puedes hacer lo que el salmista hace aquí. No puedes hacer lo que Pablo nos llama a hacer en Efesios, ni lo que nos llama a hacer en Colosenses, es decir, cantar cánticos a Dios.
Busquen esos versículos, porque no solo cantamos canciones a Dios cuando estamos juntos en la iglesia local, sino que nos cantamos canciones unos a otros. Nos animamos mutuamente y proclamamos la verdad y la bondad de Dios. La versión ESV de este versículo dice: « Anunciaré tu nombre en medio de la congregación» .
Cantándonos la verdad unos a otros
Esto es lo que hacemos. Proclamamos, cantamos la bondad de Dios unos a otros. RC Sproul dijo al respecto: «Cuando cantamos alabanzas a Dios, proclamamos su nombre, sus atributos. Esta es una actividad teológica. Nos recordamos y nos enseñamos mutuamente la verdad sobre Dios. Por lo tanto, el contenido de nuestras canciones es de suma importancia. En efecto, nos predicamos unos a otros con canciones».
Esto es lo que sucede cuando nos predicamos la verdad de la Palabra de Dios cantando un domingo: animas a otros. No solo eso, sino que otros te animan a ti. No puedo imaginar cuántas veces he estado en un servicio de adoración cantando sobre la fidelidad o la misericordia de Dios, y veo a alguien conocido en mi iglesia, y sé por lo que está pasando, y sé que tal vez esté en un valle de sombra de muerte. Sé que la vida es dolorosa. Sé que están sufriendo y, sin embargo, los veo allí de pie con lágrimas en los ojos, cantando sobre la fidelidad de Dios. En ese momento, me siento profundamente animado.
No le robes a otras personas ese estímulo que necesitan de ti, y no te robes a ti mismo ese estímulo que necesitas de los demás.
¿Dónde estarás el domingo? ¿A quién le cantarás y quién te cantará a ti? Salmo 22, versículo 22: Proclamaré tu nombre a mis hermanos. Te alabaré entre tu pueblo reunido.
