Todos queremos sentirnos seguros, y hay tantas cosas en la vida que pueden hacernos sentir que el caos puede ganar el día. En Su Palabra, Dios nos ha dado tantas buenas seguridades y promesas que nos recuerdan que estamos seguros en Él y que vamos a encontrar nuestra paz en Él. Los salmos son un hermoso lugar para ir cuando necesitamos esta seguridad.
Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. – Salmo 91:1 NTV
Padre, Te alabo como el Dios Todopoderoso. Gracias porque no solo puedo correr hacia Ti en busca de refugio, sino que también puedo establecer un campamento, ponerme cómodo y descansar a la sombra de tu poderosa protección. Por favor, ayúdame a acercarme tanto a Ti que ningún enemigo se atreva a acercarse a mí mientras descanso en Tu sombra. Ayúdame a encontrar la paz en la cercanía de Tu poderosa presencia.
Declaro lo siguiente acerca del Señor: Él solo es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios, y en él confío. – Salmo 91:2 NTV
Padre, gracias porque eres un lugar seguro para que yo vaya en busca de ayuda. Me invitas a Tu presencia y me recoges en Tus brazos cada vez que corro hacia Ti. Me escuchas y enfrentas mis miedos, dudas y fracasos con Tus promesas. Tú conoces mi corazón, y cada uno de mis pensamientos está a salvo contigo. Te confío cualquier cosa. Por favor, recuérdame que siempre corra hacia Ti en tiempos de problemas.
Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales. – Salmo 91:3 NTV
Señor, gracias por proveer Tu Palabra para guiar mis pasos de manera segura en tiempos difíciles, subiendo colinas empinadas y a través de valles profundos. Ayúdame a ver las trampas de duda, miedo e ira que el enemigo me ha tendido en el camino. Protege mi corazón de cualquier cosa que me robe mi gozo y confianza en Ti.
Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y protección. – Salmo 91:4 NTV
Señor, te alabo por el corazón de padre que tienes hacia mí. Me envuelves en tu amor feroz y protector, tus poderosas alas se aprietan a mi alrededor mientras el enemigo se enfurece contra mí. Tus promesas llevan mi miedo lejos y calman mi corazón. Son mi escudo y mi fuerza. Gracias por proveerme todo lo que necesito en tiempos de dificultad.
No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día. – Salmo 91:5 NTV
Señor Jesús, Tú eres el poderoso Príncipe de Paz. Debido a que Tú eres fiel y gobiernas sobre el cielo y la tierra, no necesito tener miedo de nada que llegue a mi vida o a la vida de mis seres queridos. Por favor, ayúdame a recordar que no hay nada que pueda tocar mi vida aparte de Tu propósito amoroso. Gracias por la protección, la fuerza y la sabiduría de Tu Espíritu para enfrentar cada desafío.
Simplemente abre tus ojos y mira cómo los perversos reciben su merecido. – Salmo 91:8 NTV
Señor Jesús, te alabo como un juez justo que ves todas las malas acciones en este mundo. Sabes cómo me han herido los demás, y sabes que tampoco he actuado correctamente con los demás. Gracias por mostrar misericordia a aquellos que te aman. Por favor, abre mis ojos para verte obrar en mi vida y ayúdame a confiar en Ti cuando la vida se siente injusta.
Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. – Salmo 91:9-10 NTV
Padre, te alabo como un Dios en el que puedo confiar y bajo cuyo dosel de amor puedo descansar. Estoy tan agradecido de que Tu corazón de amor por mí y Tus promesas para proveerme nunca fallarán. A través de Ti, puedo tener victoria sobre todo enemigo que venga contra mí. No importa cuán fuertes sean mis enemigos, Tú eres aún más grande. En Tu presencia, puedo encontrar paz y seguridad.
Pues Él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas. Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra. – Salmo 91:11-12 NTV
Señor, te alabo como un dador abundante. Tú conoces la batalla espiritual que enfrento hoy, y has provisto Tu Espíritu, Tu Palabra, e incluso ángeles como ministros de Tu amor para protegerme. Tu amor va delante de mí, agachándose para quitar hasta la más mínima piedrecita que pueda hacerme tropezar. Gracias por darme tanto.
¡Pisotearás leones y cobras, aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies! – Salmo 91:13 NTV
Señor Jesús, en Tu poderoso nombre, puedo vencer a todo enemigo. Mis peores temores y temores más profundos sobre mi vida o mi futuro no son nada comparados con el poder de Tu Palabra para derrotarlos. Por favor, ayúdame a enfrentar los pensamientos ansiosos que me esperan con fe en Tus promesas de bien hacia mí. Ayúdame a confiar en Tus planes para mí.
El Señor dice: "Rescataré a los que me aman; protegeré a los que confían en mi nombre. – Salmo 91:14 NTV
Padre, te alabo como un Dios personal que se queda conmigo a través de los momentos más oscuros de mi vida. Tu oído está sintonizado con la frecuencia del llanto de mi corazón, y mis lágrimas te mueven rápido y seguro a mi rescate. Gracias por rescatarme cuando nadie más podía. Por favor, ayúdame a confiar en Tu nombre y a trabajar de mi parte.
